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Nuestros pies están plenamente sujetados por los estribos, de esta forma tenemos más seguridad a la hora de montar a caballo y más ventajas que según su tipo nos ofrecerán. Los estribos por lo general son de acero inoxidable, con una base plana y arco curvo que se sujetan desde arriba a las aciones. También existen estribos de plástico más ligeros, o materiales más resistentes con base y laterales más amplios. Por ejemplo, los estribos vaqueros tienen una base donde nos cabe todo el pie y nos cubren también toda la parte lateral. Es importante colocar el estribo a la altura correcta para que nuestro pie y piernas estén cómodas y tengamos el contacto correcto con las ayudas para el caballo.